La ONU tiene un departamento especial para supervisar la actividad nuclear en todo el mundo, pero tras el acuerdo de 2015, tiene un ojo especial en Irán, un país que ha violado sistemáticamente el acuerdo.
Irán juega a ser un rebelde nuclear
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha publicado recientemente un informe en el que se indica que Irán ha puesto en marcha un tercer conjunto de centrifugadoras IR-2m en las instalaciones de Natanz.
En estas instalaciones se utilizan centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio, que se utiliza como fuente de energía para las centrales nucleares del país.
En el pasado, este acuerdo se desarrolló bajo la administración del ex presidente estadounidense Barak Obama, pero luego Estados Unidos lo abandonó en 2018 bajo la administración Trump, que inició una serie de sanciones comerciales contra Irán por su actividad nuclear.
Biden no retrocederá ante la presión iraní
En la actualidad, Irán ha hecho todo lo posible para que los países, especialmente Estados Unidos, levanten las sanciones impuestas al país. Una de las formas de protesta de Irán es su continua actividad nuclear, cada vez más agresiva y preocupante para muchos países del mundo.
Estados Unidos tiene ahora como presidente a Joe Biden, que hasta ahora ha mantenido las políticas de Trump sobre Irán, y si los iraníes creen que Biden va a ceder, están muy equivocados, ya que ha declarado anteriormente que es responsabilidad de Teherán cumplir el acuerdo.
Sin embargo, en esta peligrosa y delicada batalla de ingenio, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán también se ha pronunciado al respecto, declarando recientemente a un programa de la CNN que el cumplimiento del acuerdo depende de Estados Unidos, ya que fue este país el que abandonó el acuerdo y penalizó a cualquier país que se mantuviera firme en él.